viernes, 22 de octubre de 2010

FAEB contribuye a la desigualdad

Aurora Loya Brandila, del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, anota que las desigualdades educativas tienen su origen en las últimas modificaciones al Fondo de Aportaciones para la Educación Básica para los estados (FAEB).

En 2007, los criterios en su distribución fueron reformados, pues se reparte de acuerdo con la matrícula escolar, que significa un 50 por ciento; el rezago educativo y la inversión estatal en educación, que significan cada una un 20 por ciento, y la calidad educativa, que significa un 10 por ciento.

Para la especialista en actores y políticas educativas, bajo estos factores, las entidades con el mayor rezago educativo están lejos de mejorar la calidad de sus servicios. Señala que no queda claro si el criterio de equidad, que favorecería a las entidades más rezagadas, se toma en cuenta. Por el contrario, “se favorece a los gobiernos que más contribuyen fiscalmente a la Federación. No toma en cuenta la necesidad de igualdad”.
El FAEB representa más de 50 por ciento de las partidas presupuestales que destina la Federación a estados y municipios por medio del ramo 33. Sin embargo, mientras 20 entidades recibieron menos recursos del FAEB en 2008, en 2009 ese número se elevó a 23.

En opinión de Loyola Brandila, tienen que haber más recursos, no sólo económicos, para garantizar el acceso a la educación. Subraya que la educación está muy ligada a una mejor vida democrática y plural: “Ello está aceptado en el discurso, pero no se corresponde con los hechos. Garantizar que llegue por igual a todos es especialmente importante en este momento para contrarrestar el desánimo general que persiste. Puede ser un pivote para convertirnos en una sociedad más articulada” 

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